El Banco de Japón debatió en junio la posibilidad de una subida de los tipos de interés a corto plazo, con un responsable político pidiendo un aumento sin demora para hacer frente a los riesgos de que la inflación supere las expectativas, según mostró el lunes un resumen de la reunión.

La discusión pone de relieve la creciente concienciación del consejo sobre el aumento de la presión inflacionista en la tercera economía mundial, que podría llevar al Banco de Japón a debatir la subida de los tipos de interés ya en su próxima reunión de política monetaria del 30-31 de julio.

Los recientes descensos del yen han aumentado la posibilidad de una revisión al alza de las previsiones de inflación del BOJ, lo que significa que el nivel adecuado de su tipo de interés oficial podría moverse al alza, según se citó a uno de los miembros en la reunión de política del 13-14 de junio.

"El BOJ debe seguir vigilando de cerca los datos de cara a la próxima reunión de política" de julio, ya que los riesgos al alza de los precios se han hecho "más perceptibles", dijo otra opinión. "Si lo considera oportuno, el BOJ debería elevar su tipo de interés oficial sin demasiada demora".

El banco central debe considerar si son necesarias nuevas subidas de tipos, ya que la inflación podría superar sus previsiones si las empresas reanudan sus esfuerzos por repercutir el reciente aumento de los costes, según una tercera opinión.

Sin embargo, algunos miembros del consejo, compuesto por nueve miembros, se mostraron más cautos sobre una subida inminente de los tipos, citando la necesidad de examinar si el aumento de los salarios sacará al consumo del estancamiento, según mostró el resumen.

En la reunión de junio, el Banco de Japón mantuvo intactos los tipos a corto plazo en una horquilla del 0-0,1%, pero decidió anunciar el mes que viene un plan detallado sobre la reducción de su balance de 5 billones de dólares, en una señal de que avanzaba con paso firme hacia la normalización de la política monetaria.

Con una inflación que supera su objetivo del 2% desde hace dos años, el BOJ también ha dejado caer que subirá los tipos a corto plazo a niveles que ni enfríen ni sobrecalienten la economía, lo que los analistas consideran entre el 1-2%.

Muchos participantes en el mercado esperan que el BOJ vuelva a subir los tipos en algún momento de este año, aunque están divididos sobre si el momento podría llegar ya en julio o más avanzado el año.

La inflación subyacente de Japón alcanzó el 2,5% en mayo, acelerándose desde el 2,2% del mes anterior, debido en gran parte a la subida de los gravámenes sobre la energía.

La debilidad del yen complica la senda política del Banco de Japón. Aunque ayuda a mantener la inflación por encima de su objetivo del 2%, el impulso que da a los precios de los bienes importados ha perjudicado al consumo al elevar el coste de la vida de los hogares.

El dólar tocó brevemente los 159,62 yenes el viernes, no muy lejos del mínimo de 34 años de 160,245 alcanzado el 29 de abril que llevó a Japón a intervenir en el mercado. El lunes se situó en 159,87 yenes en Asia.

"La política monetaria se lleva a cabo basándose en la evaluación del Banco de Japón de la tendencia de la inflación y la evolución de los salarios, no en la evolución a corto plazo del mercado de divisas", indicaba una opinión, dejando de lado la opinión de algunos agentes del mercado de que el banco podría subir pronto los tipos para frenar la caída del yen.