Tanto el rastreador de salarios del Banco Central Europeo como la opinión de las empresas muestran que las presiones salariales se están enfriando y seguirán suavizándose durante el próximo año y 2026, según declaró el jueves el economista jefe del BCE, Philip Lane.

"La razón por la que pensamos que la inflación bajará... el año que viene es que éste es el último año de subidas salariales elevadas y los aumentos salariales parecerán más normales", dijo Lane durante una conferencia en Nápoles.

Las empresas encuestadas directamente por el BCE también esperan una gran ralentización del crecimiento salarial, más en línea con las cifras que permitirán al BCE recortar la inflación hasta su objetivo del 2% para el próximo año.

"En comparación con el año pasado, en el que muchas (empresas) esperaban que los salarios subieran un cinco o un seis (por ciento), ahora dicen que en torno al tres o el cuatro", añadió Lane.