El dólar australiano se encaminaba el viernes hacia fuertes ganancias semanales, ya que las perspectivas divergentes sobre los tipos de interés le hicieron alcanzar máximos de casi 17 años frente al yen y de un año frente al euro.

Un recorte de los tipos por parte del Banco Nacional Suizo y unas perspectivas políticas pesimistas por parte del Banco de Inglaterra contrastaron fuertemente con la situación australiana, en la que los mercados están valorando alguna posibilidad de que el próximo movimiento sea una subida.

El Banco de la Reserva de Australia (RBA) mantuvo esta semana los tipos en el 4,35% y advirtió de que estaba alerta ante los riesgos al alza para la inflación.

"Creemos que sigue siendo improbable una subida dada la continua relajación del mercado laboral y el lento ritmo de crecimiento de la actividad", dijo Adam Boyton, jefe de economía australiana de ANZ.

"Aun así, no podemos descartar por completo una subida de tipos del IPC posterior al segundo trimestre", añadió. "Si la inflación media recortada se situara por encima del 1% y los datos de actividad mostraran signos de recuperación, entonces la Junta podría endurecer los tipos".

El informe sobre los precios al consumo del segundo trimestre se publicará a finales de julio, unos días antes de la reunión del consejo del RBA de agosto. Los analistas esperan que la inflación subyacente aumente un 0,8% o un 0,9%, pero con el riesgo de que sea del 1% o más.

Las cifras mensuales del IPC de mayo se publicarán la semana que viene y se espera que muestren una caída de alrededor del 0,2% en el mes, pero un aumento de la tasa anual hasta el 3,7% desde el 3,6%.

Incluso si el Banco de la Reserva de Australia se las arregla sin una subida, los mercados ven pocas posibilidades de una flexibilización hasta abril del año que viene. Para entonces, los futuros implican que los tipos estadounidenses habrán bajado 100 puntos básicos.

Estas perspectivas mantuvieron al australiano firme en los 0,6659 dólares, tras subir un 0,7% en la semana, aunque se enfrenta a una dura resistencia en la zona de los 0,6705/14 dólares.

Frente al yen, el Aussie subió un 1,7% en la semana y se situó en 105,85 yenes, cotas no vistas desde mediados de 2007. El próximo objetivo importante es el máximo de 2007 de 107,84.

También ganó terreno frente al euro, que se dejó un 0,6% en la semana y se situó en el mínimo de un año de 1,6048 dólares australianos.

El dólar neozelandés se quedó rezagado en 0,6119 $, tras caer un 0,3% en la semana, ya que los mercados anticipan recortes de tipos allí tan pronto como en octubre o noviembre.

Los datos publicados el jueves mostraron que la economía apenas creció en el primer trimestre y que lleva seis trimestres prácticamente estancada.

"Según nuestras previsiones, la inflación volverá a situarse dentro de la banda objetivo del 1-3% del RBNZ en el tercer trimestre", dijo Jarrod Kerr, economista jefe de Kiwibank. "Veremos esos datos a mediados de octubre, y a partir de ahí los recortes de tipos podrían llegar ya en noviembre". (Reportaje de Wayne Cole; Edición de Stephen Coates)