Los datos de la balanza por cuenta corriente deberían ofrecer alivio a los responsables políticos preocupados por el espectro de una balanza de pagos menguante, que debilitaría el poder adquisitivo.

En noviembre, el superávit por cuenta corriente se situó en 1,93 billones de yenes (13.310 millones de dólares), según mostraron el viernes los datos del Ministerio de Finanzas. Esto supuso un récord para el mes de noviembre.

El déficit comercial se redujo ya que el descenso interanual de las importaciones superó a la caída de las exportaciones, según mostraron los datos.

Esto contrasta con la previsión media de los economistas de un superávit por cuenta corriente de 2,39 billones de yenes en una encuesta de Reuters, tras un superávit de 2,58 billones de yenes en octubre, un récord para ese mes.

En el pasado, la fortaleza del yen -tan fuerte como 75 yenes por dólar en 2011 a raíz de la flexibilización monetaria cuantitativa estadounidense- impulsó a los exportadores japoneses a trasladar la producción al extranjero.

Mientras que algunos exportadores no repatrían el dinero ganado en el extranjero sino que lo reinvierten en operaciones en el exterior, muchos se dedican a la inversión de cartera y otros invierten directamente en empresas extranjeras.

El rendimiento de las inversiones pasadas ha desbordado la cuenta comercial de Japón, que antaño era un símbolo de poder exportador, convirtiendo la balanza de ingresos primarios en la principal fuente de fondos de la cuenta corriente.

En noviembre, los ingresos primarios registraron un superávit de 2,89 billones de yenes, según mostraron los datos de la balanza por cuenta corriente.

(1 $ = 144,9600 yenes)