El BoE dispone desde hace tiempo de una serie de herramientas para conceder préstamos a los bancos que disponen de garantías de buena calidad pero a los que les resulta difícil disponer de efectivo en momentos de tensión en los mercados.

Sin embargo, no existe un equivalente para las instituciones financieras no bancarias, lo que obligó al BoE a tomar medidas puntuales el pasado mes de octubre tras el "minipresupuesto" de la primera ministra Liz Truss y durante la agitación de los mercados al inicio de la pandemia del COVID-19 en 2020.

"Nos embarcaremos, con efecto inmediato, en el diseño de una facilidad que nos permita conceder préstamos a fondos de compañías de seguros y de pensiones, incluidos los fondos LDI de reciente resistencia", declaró Hauser en un acto organizado por MNI Connect.

Estas instituciones financieras son grandes tenedoras de bonos del Estado británico que, por lo general, pueden canjearse fácilmente por efectivo, pero que sufren la escasez de compradores en momentos de agitación en los mercados.

Hauser dijo que el Banco de Inglaterra estudiaría la posibilidad de ampliar con el tiempo la facilidad de préstamo a una gama más amplia de entidades no bancarias, pero advirtió de que el programa no pretendía reducir la necesidad de las empresas financieras de protegerse contra los riesgos cotidianos.

"Es tarea de los bancos centrales proteger el sistema contra las amenazas reales a la estabilidad. Pero es tarea de las empresas protegerse contra una amplia gama de perturbaciones menos graves, y no podemos permitirnos el lujo de confundir ambas cosas", afirmó.