La libra esterlina se encamina a la mayor caída mensual desde agosto de 2022, con un descenso de más del 4% en septiembre, ya que los mercados monetarios están valorando que el BoE no volverá a subir los tipos este año, según datos de LSEG. Los operadores también esperan que el banco central comience a recortar los tipos el próximo verano.
El BoE mantuvo los tipos la semana pasada -la primera reunión en la que lo hacía desde diciembre de 2021- ante los signos de ralentización del crecimiento económico y los datos que mostraban un sorprendente enfriamiento de la inflación británica.
La libra cayó un 0,06% hasta 1,2150 dólares, tras tocar brevemente los 1,2135 dólares, su nivel más bajo desde marzo de 2023. Ha ido cayendo desde el máximo de 15 meses alcanzado en julio, pero sigue subiendo casi un 18% desde hace un año, cuando los planes de endeudamiento de la ex primera ministra británica Liz Truss la llevaron a un mínimo histórico.
La divisa británica subió un 0,1% frente al euro, hasta 86,87 peniques, tras tocar el martes su mínimo de 87,05 peniques frente a la moneda única desde mayo.
"La capitulación en las expectativas de tipos terminales, unida a la constatación de que el Banco de Inglaterra ya ha terminado (de subir los tipos) debido a la acumulación de vientos en contra macroeconómicos, subraya los vientos en contra residuales de la libra esterlina", declaró Jeremy Stretch, jefe de estrategia de divisas del G10 en CIBC Capital Markets.
Datos recientes mostraron que las empresas británicas soportaron un mes de septiembre mucho más duro de lo que se temía, marcado por el aumento del desempleo y los riesgos de recesión.
Las próximas publicaciones clave son el crédito al consumo y la aprobación de hipotecas, que se publicarán el viernes, y que probablemente mantendrán la presión sobre la libra esterlina, añadió Stretch.
La perspectiva de unos tipos de interés más altos en EE.UU. apoyó al índice del dólar, llevando al billete verde a su nivel más alto desde noviembre frente a una cesta de pares.
