La libra esterlina cayó frente a un dólar fortalecido tras desestimar los datos británicos del miércoles, mientras los inversores esperan el resultado de la reunión de política monetaria de la Reserva Federal.

La libra alcanzó un nuevo máximo de 8 años y medio frente al yen, ya que la decisión del Banco de Japón de abandonar su política de tipos de interés negativos hizo que las divisas de mayor rentabilidad, como la libra, resultaran atractivas frente a los activos japoneses.

La libra perdía un 0,2% frente al dólar y se situaba en 1,2696 dólares, mientras que el euro se mantenía plano en 85,39 peniques.

Frente al yen, la libra alcanzó un nuevo máximo de 192,84 y subió un 0,7% hasta 192,61.

La inflación británica se ralentizó en febrero, lo que mantiene al Banco de Inglaterra en el buen camino para empezar a recortar los tipos de interés en los próximos meses. El ministro británico de Finanzas, Jeremy Hunt, afirmó que las cifras "abrirían la puerta" a una relajación monetaria del BoE.

Los mercados aumentaron ligeramente sus apuestas a una relajación monetaria del BoE, fijando en un 63% la probabilidad de un primer movimiento en junio, desde el 58% anterior a los datos.

Los analistas esperan que la Reserva Federal mantenga los tipos sin cambios tras su reunión del miércoles, y se centrarán en las señales sobre el calendario y el alcance de cualquier flexibilización este año.

También pronostican que el Banco de Inglaterra mantendrá a los inversores a la expectativa sobre cuándo empezará probablemente a recortar los tipos.

"No esperamos cambios en la orientación. Las actas deberían reflejar la continua necesidad de más confianza pero con menores riesgos de cola", dijo Rubén Segura-Cayuela, economista europeo de BofA.

"A partir de aquí, es probable que el énfasis siga estando en la pegajosa inflación de los servicios, las negociaciones salariales en curso y las venideras, y la repercusión del próximo aumento del salario vital nacional", añadió.

Los inversores llevaron recientemente el valor de la posición larga neta existente, que supone que la libra subirá frente al dólar, a su mayor valor registrado, 5.632 millones de dólares.

"Hemos argumentado que hay poca justificación para este rendimiento (de la libra) (en 2024) y creemos que estos niveles estirados de posicionamiento son cada vez más vulnerables a cualquier cambio dovish potencial por parte del BoE", dijo Dominic Bunning, jefe de investigación de divisas europeas de HSBC.

Bunning destacó que la libra ha sido la divisa del G10 que mejor se ha comportado en relación con el billete verde en lo que va de año.