La libra esterlina subió el miércoles después de que unos datos que mostraban un aumento de los precios de la vivienda en Gran Bretaña respaldaran las apuestas a que no era probable que el Banco de Inglaterra (BoE) recortara los tipos de interés a corto plazo.

Los precios de la vivienda en Gran Bretaña subieron un 2,5% en el año hasta enero, la mayor tasa de crecimiento anual en un año, según los datos del prestamista hipotecario Halifax que se sumaron a las señales tentativas de recuperación del impulso.

En una señal de que el Banco de Inglaterra no tiene prisa por recortar los tipos de interés, la vicegobernadora Sarah Breeden dijo que ahora estaba pensando en cuánto tiempo tendrían que permanecer los tipos de interés en su nivel actual, en lugar de si tendrían que subir más.

"Nuevos indicios de resistencia en el mercado inmobiliario británico procedentes de la encuesta Halifax apuntalan la opinión de que el BoE no tendrá prisa por recortar los tipos", afirmó Jane Foley, jefa de estrategia de divisas de Rabobank.

"Las declaraciones de Breeden del BoE esta mañana también indican que no tiene especial prisa por relajar la política", añadió.

La libra esterlina subió un 0,25% frente al dólar, hasta 1,2629 dólares, tras caer el lunes a mínimos de casi dos meses.

Frente al euro, subió un 0,16% a 85,24 peniques, tras tocar brevemente un máximo de una semana.

Los mercados monetarios ven un 61% de posibilidades de que el Banco de Inglaterra recorte los tipos en junio. El banco central mantuvo los tipos de interés en un máximo de casi 16 años a principios de este mes, pero abrió la posibilidad de recortarlos a medida que caiga la inflación y uno de sus responsables políticos votó por primera vez a favor de una reducción de los costes de los préstamos desde 2020.

Según un grupo de expertos, el nivel de vida de los británicos empezará a subir de nuevo este año, pero habrá que esperar hasta 2027 para que los hogares más pobres recuperen su poder adquisitivo anterior a la pandemia.