Los economistas encuestados por Reuters habían pronosticado que la tasa anual del IPC caería al 8,2% en abril, alejándose aún más del máximo de 41 años alcanzado en octubre (11,1%).

A principios de mes, el Banco de Inglaterra pronosticó una inflación del 8,4% para abril.

La inflación subyacente, que excluye los precios de la energía, los alimentos y el tabaco, subió al 6,8%.

A pesar de la caída más reciente, la inflación sigue mermando el poder adquisitivo de los trabajadores, cuyo salario aumenta menos.

Está previsto que el Banco de Inglaterra anuncie su próxima decisión sobre los tipos el 22 de junio.