Tne FMI dijo que incluso una fragmentación limitada podría afeitar 0,2% del PIB mundial, pero dijo que se necesita más trabajo para evaluar los costos estimados para el sistema monetario internacional y la red mundial de seguridad financiera (GFSN).

La nota, publicada a última hora del domingo, señalaba que los flujos mundiales de bienes y capitales se habían estabilizado tras la crisis financiera mundial de 2008-2009 y el aumento de las restricciones comerciales observado en los años posteriores.

"La pandemia del COVID-19 y la invasión rusa de Ucrania han puesto aún más a prueba las relaciones internacionales y han aumentado el escepticismo sobre los beneficios de la globalización", afirmaba el informe del personal.

Afirmaba que la profundización de los lazos comerciales había dado lugar a una gran reducción de la pobreza mundial durante años, al tiempo que beneficiaba a los consumidores de bajos ingresos de las economías avanzadas a través de unos precios más bajos.

La ruptura de los lazos comerciales "afectaría más negativamente a los países de renta baja y a los consumidores menos pudientes de las economías avanzadas", afirmaba.

Las restricciones a la migración transfronteriza privarían a las economías de acogida de valiosas competencias, al tiempo que reducirían las remesas en las economías emisoras de emigrantes. La reducción de los flujos de capital reduciría la inversión extranjera directa, mientras que un declive de la cooperación internacional plantearía riesgos para la provisión de bienes públicos mundiales vitales.

El FMI señaló que los estudios existentes sugerían que cuanto más profunda fuera la fragmentación, mayores serían los costes, y que el desacoplamiento tecnológico amplificaría significativamente las pérdidas derivadas de las restricciones comerciales.

Señaló que es probable que las economías de mercado emergentes y los países de bajos ingresos sean los que corran más riesgos a medida que la economía mundial se desplace hacia una mayor "regionalización financiera" y un sistema de pagos mundial fragmentado.

"Con una menor distribución internacional del riesgo, (la fragmentación económica mundial) podría provocar una mayor volatilidad macroeconómica, crisis más graves y mayores presiones sobre los colchones nacionales", señaló.

También podría debilitar la capacidad de la comunidad mundial para apoyar a los países en crisis y complicar la resolución de futuras crisis de deuda soberana.