La nación del sur de África, que fue la principal víctima soberana de la pandemia del COVID-19 y se encuentra en situación de impago desde 2020, está intentando sanear su deuda en un proceso lento y consiguió la financiación del FMI el pasado mes de agosto.

"Lo que estamos esperando es que los acreedores de Zambia se pongan de acuerdo sobre el camino a seguir... Esperamos poder desembolsar para Zambia muy pronto", declaró Kristalina Georgieva a la prensa en la capital keniana.

Zambia envió una propuesta de reestructuración de la deuda a sus acreedores oficiales el mes pasado y Georgieva afirmó que éstos se reunirán la próxima semana para estudiarla.

Ghana y Etiopía también han intentado reestructurar sus deudas y Georgieva afirmó que los procesos se han visto retrasados por una "cacofonía" provocada por la diversificación de los acreedores en los últimos años.

China es el mayor acreedor bilateral de muchas naciones africanas, incluida Zambia.

"El primer ministro chino y el anterior primer ministro confirmaron que China estaba comprometida con la resolución de la deuda de Zambia cuando me reuní con ellos", declaró Georgieva.

Unas 19 de las 35 naciones del África subsahariana se encuentran en riesgo o cerca del riesgo de sobreendeudamiento, dijo Georgieva, citando el impacto de la pandemia, la guerra de Rusia en Ucrania, los altos tipos de interés y la debilidad de las divisas.

Pero descartó el riesgo de que Kenia cayera en suspensión de pagos, a pesar de la fuerte presión sobre sus finanzas por el aumento de las obligaciones de pago de la deuda.

"Kenia definitivamente no está entre ellos", dijo, citando una carga de deuda sostenible y sólidas reservas de divisas fuertes.