Su ministerio está preocupado porque el fondo especial de 100.000 millones de euros anunciado por el canciller Olaf Scholz en febrero no incluye fondos para la compra de municiones. Los aumentos salariales previstos tras la próxima ronda de negociaciones salariales podrían restringir aún más el margen de inversión.

Un portavoz del ministerio de Defensa en Berlín se remitió al ministerio de Finanzas, responsable del proceso presupuestario.

"No hacemos comentarios sobre las conversaciones en curso. Pero está claro que necesitamos un presupuesto de defensa en constante aumento para cubrir las necesidades del ejército y poder reaccionar ante condiciones como la inflación y el aumento de los precios", dijo el portavoz.

Aunque Berlín ha confiado en el fondo de 100.000 millones de euros para pagar nuevos equipos militares, el presupuesto regular de defensa para 2023 ha disminuido en realidad en unos 300 millones de euros.

Con unos 50.000 millones de euros, sigue estando muy por debajo de los 75.000 millones de euros, o el 2% de la producción económica, que Alemania necesita para cumplir sus obligaciones con la OTAN.

Incluso antes de la invasión rusa de Ucrania, a Alemania le faltaban 20.000 millones de euros para alcanzar el objetivo de la OTAN en materia de almacenamiento de municiones, según una fuente de defensa.