El banco dijo que los shocks de oferta podrían producirse con más frecuencia a medida que las sanciones occidentales y la transformación estructural afecten a la economía rusa.

El objetivo de inflación anual del banco es del 4%. Tras la subida de precios de dos dígitos en 2022, el banco espera que la inflación vuelva a ese objetivo en 2024.

A medida que la presión inflacionista disminuye gradualmente, las expectativas inflacionistas para el año próximo entre los hogares rusos se han mantenido elevadas, en el 10,4% en abril.