El oficial -un teniente coronel del Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU) que se unió a la operación- había revelado la ubicación de puestos de control militares y otra "información secreta", según la Oficina Estatal de Investigación (SBI).

Al parecer, envió los datos a sus superiores rusos a través del correo electrónico y de una aplicación de mensajería. En un registro se encontraron teléfonos móviles, tarjetas SIM rusas, dinero en efectivo y otras pruebas que demostraban "antiguos vínculos" con las estructuras estatales y policiales rusas, añadió la SBI.

"Hoy el servicio trabaja como un solo equipo y está haciendo todo lo posible por la victoria de Ucrania", declaró el jefe del SBU, Vasyl Malyuk, en otro comunicado.

"Y la autolimpieza de nuestras filas de traidores es una parte importante de este proceso".

El presidente ucraniano, Volodymyr Zelenskiy, despidió al anterior director del SBU, un amigo de la infancia, el pasado mes de julio alegando colaboración con Rusia por parte de funcionarios de la poderosa agencia.

La búsqueda de espías y saboteadores -en todo, desde los territorios recientemente liberados hasta las iglesias vinculadas a Rusia en toda Ucrania- es una parte clave de la defensa ucraniana contra la invasión de Moscú, ahora en su 12º mes.