"Esto es muy cruel, no tiene sentido. No tiene ningún sentido", dijo.

Los elementos cotidianos de las aulas - pupitres, sillas y pizarras - yacen ahora entre las ruinas expuestas.

Los residentes locales han estado trabajando para retirar a mano los escombros de lo que queda del edificio de la escuela.

Es todo lo que creen que pueden hacer para ayudar.

Rusia califica sus acciones en Ucrania como una "operación especial" que, según dice, no está diseñada para ocupar territorio sino para destruir las capacidades militares de su vecino del sur y capturar a lo que considera peligrosos nacionalistas.

Ucrania y sus aliados occidentales lo califican de pretexto para una invasión no provocada.

Desde que los militares rusos entraron en Ucrania el 24 de febrero, miles de personas han muerto y una cuarta parte de los 44 millones de ucranianos han sido expulsados de sus hogares.