La ruta montañosa que atraviesa Azerbaiyán está bloqueada desde el 12 de diciembre, cuando manifestantes que decían ser activistas medioambientales interrumpieron el tráfico instalando tiendas de campaña. Unos 120.000 armenios de Nagorno-Karabaj dependen de ella para el suministro de alimentos, combustible y medicinas.

El bloqueo ha suscitado la preocupación internacional, y el Secretario de Estado estadounidense Antony Blinken pidió el lunes la reapertura inmediata de la ruta.

Rusia es el principal agente de poder en la región y tiene tropas de mantenimiento de la paz estacionadas a lo largo del corredor de Lachin. Su fracaso a la hora de reabrirlo es una fuente de frustración para Armenia.

Rusia "continúa un trabajo meticuloso y difícil tanto con Armenia como con Azerbaiyán", dijo a los periodistas el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, cuando se le pidió que comentara las declaraciones de Blinken. No dio más detalles.

Armenia dice que la protesta fue orquestada por el gobierno azerbaiyano como un bloqueo deliberado de Nagorno-Karabaj. Azerbaiyán lo niega y afirma que los activistas están llevando a cabo una protesta legítima contra la actividad minera ilegal.

Los dos países han librado dos guerras desde el colapso de la Unión Soviética en 1991 por Nagorno-Karabaj, reconocido internacionalmente como parte de Azerbaiyán pero poblado principalmente por armenios étnicos.