Se espera que el estado más meridional de Brasil, Rio Grande do Sul, azotado por las fuertes lluvias de principios de año, coseche 4,07 millones de toneladas métricas de trigo esta temporada, un 55,27% más en comparación con el ciclo anterior, según informó el viernes la agencia de cultivos Emater.

La agencia estimó, sin embargo, que el área sembrada con trigo en Rio Grande do Sul totalizará 1,3 millones de hectáreas (3,2 millones de acres), una caída del 12,84% en comparación con el año anterior.

Si se confirma la proyección, la posición de Brasil en los mercados mundiales de trigo podría cambiar.

Por un lado, Brasil podría reducir sus compras globales de trigo en los próximos meses, ya que no produce lo suficiente para el consumo interno. Según los datos comerciales recopilados por el lobby de molineros de trigo Abitrigo, Brasil adquirió 2,76 millones de toneladas de trigo de Argentina, EE.UU. y Canadá en el año transcurrido hasta mayo.

Por otro lado, un mayor suministro podría ayudarle a explorar más oportunidades en el extranjero. Brasil exportó 2,17 millones de toneladas hasta junio, según el lobby de exportadores de cereales Anec.

El director de Emater, Claudinei Baldissera, declaró en rueda de prensa que la superficie plantada prevista ya tiene en cuenta los efectos de las inundaciones sin precedentes del mes pasado, y añadió que los agricultores redujeron su superficie de trigo debido a factores de precios y a cuestiones relacionadas con la accesibilidad de los seguros rurales.

"Aunque no hubiera habido calamidad, había indicios de que la superficie de trigo se reduciría", dijo.

Baldissera añadió que la catástrofe climática, que sumergió ciudades enteras, mató ganado y dañó parcialmente cultivos como la soja, también provocó una pérdida de nutrientes en el suelo en muchas partes del estado, lo que contribuyó a reducir las intenciones de siembra de trigo.

Según el informe semanal de Emater, los riesgos climáticos y la frustración económica de la última cosecha también llevaron a los agricultores a plantar menos trigo.

Sin embargo, un aumento previsto del 77% en el rendimiento del trigo debería compensar con creces la reducción de la superficie triguera, que perdió algo de espacio en favor de la colza, según Emater. (Reportaje de Roberto Samora Redacción de Ana Mano Edición de Sandra Maler)