Tres de los miembros del gabinete del presidente Joe Biden testificarán sobre la política hacia China en una audiencia en el Senado estadounidense el martes, una rara comparecencia conjunta que subraya el interés de Washington por competir con la creciente potencia asiática.

El secretario de Estado, Antony Blinken, el secretario de Defensa, Lloyd Austin, y la secretaria de Comercio, Gina Raimondo, serán testigos en una audiencia del Comité de Asignaciones del Senado a las 2 p.m. EDT (1800 GMT) sobre la solicitud presupuestaria de Biden en lo que se refiere a seguridad, competitividad y el camino a seguir para la relación entre Estados Unidos y China.

Los secretarios del gabinete rara vez testifican juntos en audiencias públicas, pero los legisladores de ambos partidos y la administración demócrata de Biden han estado compitiendo para demostrar que consideran al gobierno comunista chino como el mayor desafío al que se enfrenta Washington.

La senadora Patty Murray, presidenta del panel de Apropiaciones, invocó la competencia con China para oponerse a las peticiones republicanas de recortes en el gasto no militar, mientras se agota el tiempo para negociar un acuerdo que eleve el techo de la deuda de 31,4 billones de dólares y evite un impago económicamente catastrófico.

"Seamos claros: China no está debatiendo si pagar sus deudas o hundir su economía. China no está debatiendo si invertir en su futuro, o recortar y limitar las inversiones que la mantienen competitiva", dijo Murray en las observaciones preparadas para abrir la audiencia.

Hace dos semanas, los demócratas del Senado anunciaron un renovado esfuerzo legislativo para evitar la competencia de China.

La semana pasada, el asesor de seguridad nacional de Biden, Jake Sullivan, se reunió con el principal diplomático chino, Wang Yi, mientras ambas partes trataban de dejar atrás un supuesto incidente con un globo espía que provocó una pausa en las relaciones este año entre las dos superpotencias económicas.

El Departamento de Defensa dijo que los miembros del gabinete abordarían el enfoque de "todo el gobierno" que la administración estaba adoptando al tratar con China.

Una línea dura respecto a China es un sentimiento bipartidista poco frecuente en la profundamente dividida capital estadounidense.

Con un fuerte apoyo tanto de demócratas como de republicanos, el Congreso aprobó el año pasado -y Biden firmó como ley- la amplia "Ley de chips y ciencia" que autoriza cientos de miles de millones de dólares para impulsar la competencia con Pekín en semiconductores y otras tecnologías.

Los legisladores estudian ahora disuadir a China de iniciar un conflicto con Taiwán, mejorar las relaciones con terceros países para alejar la competencia china, endurecer las normas para impedir que el capital estadounidense vaya a empresas chinas y limitar el flujo de tecnología estadounidense a China.

También están examinando las posibles amenazas a la seguridad procedentes de China, incluida la vigilancia de TikTok, una aplicación propiedad de la empresa tecnológica china ByteDance.

La aplicación ha sido prohibida en los teléfonos emitidos por el gobierno en países como Canadá y Australia por temor a que China pueda acceder a los datos de los usuarios o influir en lo que la gente ve. (Reportaje de Patricia Zengerle; información adicional de Idrees Ali; edición de Howard Goller y Lisa Shumaker)