La posible pérdida de la terminal marítima de GNL de Everett puede poner en peligro la fiabilidad del suministro energético de Nueva Inglaterra en épocas de frío extremo, según afirmaron el lunes la Comisión Federal Reguladora de la Energía (FERC) y la Corporación Norteamericana de Fiabilidad Eléctrica (NERC).

Constellation Energy, una empresa energética estadounidense, es propietaria de la central eléctrica de gas natural de Mystic, de 1.413 megavatios, y de la instalación de importación de gas natural licuado (GNL) de Everett, en el río Mystic, en Everett (Massachusetts). Está previsto que la central eléctrica de Mystic se retire después de mayo de 2024.

La empresa suministra combustible a su central eléctrica de Mystic y a los proveedores de gas de Nueva Inglaterra utilizando el GNL importado en Everett.

Sin embargo, el plan de jubilación puede cambiar si el operador de la red regional u otro organismo determina que la central es necesaria para preservar la fiabilidad o por otras razones.

Los reguladores señalaron las pruebas que indican que la jubilación de Everett sería "manejable" para el sistema eléctrico, al menos a corto plazo.

Pero si estas expectativas "no se materializaran como se había previsto", podría resultar difícil mantener la asequibilidad y la fiabilidad en caso de un acontecimiento invernal importante, señalaron en una declaración conjunta.

En septiembre, la FERC y la NERC presentaron las conclusiones y recomendaciones de su investigación conjunta sobre los cortes de electricidad y los apagones durante la tormenta invernal Elliott en diciembre de 2022.

La investigación concluyó que las temperaturas bajo cero y el frío extremo provocaron pérdidas de suministro de generación eléctrica no planificadas superiores a los 90.000 megavatios.

"Aunque gran parte de la atención se ha centrado en los apagones eléctricos, no pueden pasarse por alto los efectos de la tormenta en el sistema de gas natural, y en el sistema local de distribución de gas en particular", advirtieron la FERC y la NERC.

La tormenta redujo los flujos de gas natural en los gasoductos en un momento en que los cargadores solicitaban mayores volúmenes de gas natural, lo que redujo drásticamente las presiones en las líneas y sometió a tensión al sistema de gas natural. (Reportaje de Sherin Elizabeth Varghese en Bengaluru; Edición de Stephen Coates)