Las cuentas del gobierno neozelandés para el ejercicio finalizado en junio de 2023 tienen un aspecto ligeramente mejor de lo que se preveía el mes pasado, al publicar las cuentas auditadas para el periodo de 12 meses a menos de 10 días de las elecciones de octubre.

Las cuentas del gobierno mostraron un déficit presupuestario de 9.500 millones de dólares neozelandeses (5.620 millones de dólares) para el año que finaliza el 30 de junio de 2023, inferior a los 10.000 millones de dólares neozelandeses que se preveía que tendría en la actualización financiera previa a las elecciones (PREFU) de septiembre.

La deuda neta, excluido el fondo de jubilación neozelandés, fue del 39,2% del PIB, inferior a la previsión del 39,5%.

Estamos dando un giro hacia tiempos económicos mejores. Tuvimos el segundo crecimiento más fuerte de la OCDE el pasado trimestre y ahora las cuentas anuales auditadas definitivas son 600 millones de dólares neozelandeses mejores de lo previsto, declaró en un comunicado el ministro de Finanzas neozelandés, Grant Robertson.

Añadió que la economía se está recuperando y que los ingresos de julio y agosto, según el informe del Departamento de Hacienda neozelandés, son muy superiores a las previsiones del PREFU y se acercan más a lo previsto por el Tesoro en el presupuesto de Mays.

Con el crecimiento económico al alza y la inflación en niveles históricamente altos, la economía se perfila como la cuestión clave cuando los neozelandeses acudan a las urnas el 14 de octubre. (1 $ = 1,6915 dólares neozelandeses) (Reportaje de Lucy Craymer; Edición de Lincoln Feast)