Sharif, de 72 años, asumió oficialmente el cargo en una ceremonia de juramento en la oficina presidencial de la capital del país, Islamabad, un día después de que el parlamento le eligiera primer ministro a pesar de las protestas de los legisladores alineados con el encarcelado ex primer ministro Imran Khan.

Sharif vistió un abrigo tradicional negro, llamado sherwani, en la ceremonia, retransmitida en directo por la televisión estatal y a la que asistieron dignidades civiles, militares, de la burocracia y de otros ámbitos.

Las elecciones del 8 de febrero se vieron empañadas por un cierre de Internet móvil, detenciones y violencia en su preparación y los resultados, inusualmente retrasados, provocaron acusaciones de que la votación estaba amañada.

Los candidatos respaldados por Khan obtuvieron el mayor número de escaños, pero la Liga Musulmana de Pakistán-Nawaz (PML-N) y el Partido Popular de Pakistán (PPP) acordaron formar un gobierno de coalición. La PML-N está encabezada por el hermano mayor de Shehbaz Sharif, el tres veces primer ministro Nawaz Sharif, pero éste decidió no ocupar el cargo de primer ministro.

El Sharif más joven vuelve a desempeñar el papel que ocupó hasta agosto, cuando se disolvió el parlamento para preparar las elecciones.

Los economistas, los inversores y los capitales extranjeros estarán ahora muy atentos a un anuncio de Sharif sobre el gabinete, especialmente sobre la importante cartera de Finanzas. El próximo ministro de Finanzas tendrá que emprender de inmediato duras conversaciones con el Fondo Monetario Internacional para conseguir un nuevo acuerdo de financiación multimillonario, ya que el actual expira en abril.

El ex cuatro veces ministro de Finanzas Ishaq Dar sigue siendo el principal aspirante, según han declarado fuentes de la PML-N a Reuters, aunque se estaba considerando seriamente a varios otros candidatos.