El gobierno de Srettha, un magnate inmobiliario que asumió el cargo en agosto, trata de impulsar el crecimiento de la segunda mayor economía del sudeste asiático mediante estímulos y el gasto de los consumidores, ya que Tailandia va a la zaga de sus homólogos regionales con una previsión de crecimiento de alrededor del 2,4% el año pasado, por debajo de la cifra de 2022.
"Que el Banco de Tailandia haya subido los tipos de interés a pesar de la inflación negativa durante muchos meses consecutivos no es nada bueno para la economía y además repercute en las personas con bajos ingresos y en las PYME", declaró en las redes sociales X a última hora del domingo.
El banco central mantuvo sin cambios su tipo de interés oficial en el 2,5% en noviembre, tras subirlo 200 puntos básicos desde agosto del año pasado para frenar la inflación. La próxima revisión de su política será el 7 de febrero.
La inflación general se situó en diciembre en el -0,83%, lo que supone el octavo mes consecutivo en el que se sitúa fuera del objetivo del banco central del 1% al 3%.
Srettha dijo que esperaba que el banco central "ayudara a cuidar de la gente no subiendo los tipos en dirección contraria a la inflación". (Reportaje de Orathai Sriring y Kitiphong Thaichareon; Edición de Martin Petty)