El mercado de renta variable estadounidense ha superado a otras grandes regiones desde la crisis financiera mundial, elevando su participación en el mercado mundial de renta variable al 50%, señalaron el lunes en una nota los estrategas de Goldman dirigidos por Peter Oppenheimer.

El crecimiento relativamente más fuerte de los beneficios de la bolsa estadounidense y su mayor exposición a industrias de crecimiento más rápido -y menor exposición a empresas de crecimiento lento- son algunos de los principales factores que Goldman cita para explicar este rendimiento superior.

"Aunque nos gusta el mercado estadounidense y creemos que su crecimiento relativo se basa en unos fundamentales sólidos, también creemos que una mayor diversificación geográfica está justificada", señalaron los estrategas de Goldman en una nota.

Los estrategas señalaron a Japón como el país que ofrece la mejor diversificación entre otros mercados desarrollados. En los mercados emergentes, los estrategas citaron a India y China, con este último país visto como una "oportunidad de valor".

El creciente protagonismo de la tecnología en EE.UU. y en los mercados asiáticos, en particular, refleja el crecimiento de los beneficios del sector, según Goldman.

"Mientras que los beneficios mundiales del sector tecnológico han aumentado desde la crisis financiera, otros sectores en conjunto prácticamente no han progresado", señalaron los estrategas.

El dominio del sector tecnológico no carece de precedentes, dijo Goldman, señalando que tiene aproximadamente el mismo peso que tenía el sector energético durante la década de 1950, según la nota.

Aunque sobreponderan la tecnología en todas las regiones, los estrategas dijeron que había buenas oportunidades para cubrir el dominio tecnológico. Eso incluía una preferencia por el sector sanitario en la mayoría de las regiones, como un área que es "relativamente barata pero que también tiene un alto crecimiento prospectivo".

Otra posible oportunidad de diversificación, según Goldman, son las GRANOLAS europeas, que son 11 de las mayores empresas del STOXX 600 europeo, que cotizan con valoraciones más bajas que las "7 magníficas" megacaps de EE.UU. y que "reinvierten a un ritmo elevado, lo que les permite componer los beneficios con el tiempo".