Aunque Mawar ha perdido la categoría de supertifón, la Agencia Meteorológica de Japón (JMA) instó a la población a estar en alerta máxima por desprendimientos de tierra, crecidas de ríos e inundaciones en el este de Japón, al tiempo que advirtió de corrimientos de tierra en el oeste del país.

Una persona ha muerto como consecuencia de la tormenta. Unos 7.000 hogares de las regiones oriental y occidental se quedaron sin electricidad, pero se estaban llevando a cabo trabajos de restablecimiento, según informó el sábado el ministerio de Industria.

Los trenes bala Shinkansen, suspendidos desde el viernes entre Tokio y Nagoya, en el centro de Japón, reanudaron sus operaciones hacia el mediodía (0300 GMT) del sábado, informó la agencia de noticias Kyodo.

Se esperaba que el tiempo mejorara en la mayor parte de Japón a última hora del sábado, según la cadena pública NHK.

El frente lluvioso se ha vuelto más activo debido a la entrada de grandes cantidades de aire húmedo procedente de Mawar, que causó estragos en Guam a principios de esta semana, según Kyodo citando a la JMA.

Desde el viernes hasta el sábado por la mañana, cayeron fuertes lluvias localizadas en muchas partes de Japón, lo que supuso en algunas zonas las precipitaciones más intensas registradas en junio, según Kyodo.

Un hombre encontrado en un coche inundado por las fuertes lluvias en Toyohashi, en el centro de Japón, fue trasladado al hospital, donde posteriormente se confirmó su muerte, según Kyodo.

Algunas zonas de Japón se vieron azotadas por lluvias torrenciales el viernes, a medida que se acercaba Mawar, y las autoridades aconsejaron la evacuación de más de un millón de personas, se cancelaron muchos vuelos y otros medios de transporte y se produjeron cortes de electricidad en miles de hogares.