El índice de la Bolsa de Metales de Londres (LME) alcanzó su nivel más alto en dos años en mayo, cuando los fondos se lanzaron a por los metales básicos, persiguiendo una narrativa de recuperación manufacturera, demanda de transición energética sobrecargada y oferta limitada.

El Cobre Doctor, el barómetro favorito de los inversores de la actividad industrial, se disparó hasta alcanzar un máximo histórico, espoleado por una feroz compresión del contrato CME.

Tanto el mercado del oro como el de la plata también subieron, ya que el complejo metalúrgico volvió a estar en el punto de mira de los inversores tras años de olvido.

Sin embargo, el repunte de los metales básicos se tambaleó en junio al chocar las expectativas alcistas con la realidad de los elevados inventarios y la escasa demanda de China, el mayor consumidor de metales del mundo. El índice LME se encuentra a un 10% de sus máximos de finales de mayo.

Sólo un metal básico de la LME se ha mantenido firme en el amplio retroceso de los precios. El estaño LME, que cotiza en torno a los 33.250 $ por tonelada, ha subido un 31% desde principios de año, superando ampliamente a los demás.

Mientras que los fondos se han centrado en las futuras limitaciones de la oferta de metales como el cobre, el suministro de estaño se ve perturbado en el aquí y ahora.

FONDOS Y ÓPTICA

El estaño se ha visto favorecido por la rotación más amplia del dinero especulativo hacia el sector de los metales básicos.

El posicionamiento largo de los fondos se estiró hasta los 3.781 contratos en abril, la lectura más alcista desde que la LME lanzó su Informe de Compromisos de Negociantes en 2018.

Aunque los fondos se dedicaron a reducir las posiciones largas en otros metales el mes pasado, mantuvieron las del estaño. Las posiciones largas de los inversores eran de unos considerables 3.726 contratos al cierre de la semana pasada.

Los gestores de fondos no tienen motivos para vender. El precio se ha mantenido estable y las existencias del metal en la LME han caído.

Las existencias totales de la LME aumentaron de 1,16 millones a 1,79 millones de toneladas métricas en el primer semestre del año. Gran parte de ese aumento se debió a un vertido de aluminio en el sistema en mayo, pero las existencias de la bolsa aumentaron en general.

Las existencias de estaño de la LME, por el contrario, cayeron un 38% hasta las 4.750 toneladas en los seis primeros meses de 2024.

Es cierto que las existencias registradas en la ShFE son más elevadas, con 15.127 toneladas, pero también han estado bajando y se encuentran un 15% por debajo de su máximo de mayo.

Las existencias en bolsa no siempre son una guía fiable de los fundamentales, pero una óptica alcista no hace daño a una narrativa de mercado alcista.

¡Sólo hay que preguntarle al Doctor Cobre!

Los alcistas del cobre se han visto desorientados por la reciente entrada constante de metal en los almacenes de la LME y el elevado inventario de la Bolsa de Futuros de Shanghai (ShFE). Los valores de Shanghái no han seguido llamativamente la pauta estacional de rápido descenso tras las fiestas del año nuevo lunar.

La óptica es doblemente negativa, pues implica una demanda débil y una abundante disponibilidad de metal, lo que socava una narrativa de oferta limitada y déficit de mercado.

LIMITACIONES DE LA OFERTA

La falta de crecimiento de la oferta a largo plazo es el núcleo de los argumentos alcistas para metales como el cobre, el zinc y, cada vez más, el aluminio.

Tanto el cobre como el zinc muestran signos de estrechez en el segmento de las materias primas de la cadena de suministro, lo que ayuda a explicar por qué fueron el segundo y el tercer metales con mejores resultados en la primera mitad del año.

Las cargas de tratamiento en fundición se han desplomado en ambos mercados, ya que la oferta de las minas lucha por seguir el ritmo de la demanda.

Sin embargo, una escasez de concentrados mineros no implica necesariamente una tensión inmediata en el segmento de metales refinados del mercado, sobre todo si es el resultado de una mayor demanda de las fundiciones.

La nueva capacidad de fundición en el mercado del cobre y la capacidad reactivada en el mercado del zinc han desempeñado un papel tan importante en el desplome de las cargas de tratamiento como la vacilante producción minera.

Con este telón de fondo, los bajos cargos por tratamiento pueden traducirse en un crecimiento más lento de la producción más que en una caída de la producción de metal refinado.

El estaño, por el contrario, ha experimentado este año tensiones tanto en las materias primas como en los metales refinados.

Los envíos de estaño refinado desde Indonesia, el mayor exportador mundial, se han visto gravemente perturbados por el retraso en la expedición de nuevas licencias. Los volúmenes de salida se desplomaron a 10.292 toneladas en enero-mayo desde las 23.887 toneladas del periodo anterior.

Los flujos de materia prima desde las minas de estaño del estado de Wa, en Myanmar, hacia las fundiciones chinas se han ralentizado considerablemente desde que las autoridades iniciaron una amplia auditoría en agosto del año pasado.

Las importaciones chinas procedentes de Myanmar han caído un 27% interanual en lo que va de 2024, con una ralentización especialmente pronunciada en abril y mayo,

La combinación de la reducción de los flujos de concentrado de Myanmar y de metal refinado de Indonesia ha servido para obligar a los compradores a recurrir a las existencias de intercambio tanto en la LME como en China.

DARLE AL BOTÓN DE PAUSA

El repunte del segundo trimestre en los metales básicos parece una especie de salida en falso.

Los inversores se han quedado esperando a que la realidad se ponga a la altura de sus expectativas alcistas.

Aunque parte de la espuma especulativa se ha esfumado en junio, muchos inversores se han quedado con la historia alcista más amplia. El cobre sigue siendo la principal apuesta metálica, a juzgar por el ambiente reinante en el seminario asiático de la LME de la semana pasada.

La conclusión para los alcistas es que sus argumentos son más sólidos cuando hay signos tangibles de escasez de metal en forma de inventarios visibles en descenso.

El estaño es el único mercado en el que las existencias están cayendo en respuesta a la interrupción del suministro, razón por la que ha superado tan claramente al resto del paquete de la LME en la primera parte de 2024.

Las opiniones expresadas aquí son las del autor, columnista de Reuters.