La mayoría de las exportaciones rusas de combustible de las regiones del Báltico y el Mar Negro cotizan ahora por encima del tope de precios establecido en febrero por una coalición liderada por el G7 con el fin de limitar los ingresos de Moscú tras su invasión de Ucrania, según mostraron los datos de la agencia de información de precios Argus Media.

La subida de los precios del combustible ruso se produce mientras los precios mundiales de los combustibles de otros orígenes se disparan en medio de una fuerte demanda y bajos niveles de existencias.

Los países del Grupo de los Siete, la Unión Europea y Australia establecieron topes a los precios del gasóleo ruso y otros combustibles para mantener los mercados abastecidos y limitar al mismo tiempo los ingresos de Moscú tras la entrada en vigor el 5 de febrero de una prohibición de la UE a la importación de esos combustibles.

La prohibición de la UE prohíbe a los buques comunitarios transportar combustible de origen ruso, a menos que los productos se compren al precio máximo acordado por la coalición o por debajo del mismo.

La coalición fijó un tope de precio de 100 dólares por barril para los productos que cotizan con prima respecto al crudo, principalmente el gasóleo, y de 45 dólares por barril para los productos que cotizan con descuento, como el fuelóleo y la nafta.

Los datos de Argus mostraron que los precios del gasóleo, el gasóleo, la nafta y el fuelóleo de origen ruso cargados en las regiones del Mar Negro y el Báltico han superado esos topes en las últimas semanas.

La gasolina de origen ruso sigue cotizando por debajo del tope de 100 dólares por barril, mostraron los datos.

En una rueda de prensa celebrada la semana pasada, un alto funcionario del Tesoro estadounidense afirmó que Washington confía en que el tope de precios esté funcionando para reducir los ingresos de Moscú y estabilizar los mercados energéticos a pesar del reciente repunte de los precios.

El subsecretario en funciones de Política Económica, Eric Van Nostrand, afirmó que el tope seguía limitando los ingresos rusos, al tiempo que daba a los "compradores no pertenecientes a la coalición una palanca adicional para negociar los precios a la baja".

El crudo ruso de los Urales también ha estado cotizando por encima del tope de precios impuesto por la coalición, de 60 dólares el barril.

La administración Biden está dispuesta a aumentar el contacto con las casas comerciales occidentales, las aseguradoras y los propietarios de petroleros para recordarles que deben respetar el tope de precios, según dijeron a Reuters fuentes y exportadores.

Se espera que la administración utilice tácticas "suaves", en lugar de amenazas generalizadas de aplicar duramente la ley a los posibles infractores, ya que eso podría trastornar los mercados energéticos, dijeron.

La prohibición impuesta por la UE a las importaciones rusas de petróleo obligó a Moscú a desviar sus exportaciones de productos petrolíferos hacia nuevos compradores en África Occidental, América Latina y el Golfo Pérsico, aumentando los tiempos de viaje de combustibles como el gasóleo y el fuel que habrían estado destinados a compradores europeos.