El inversor activista Carl Icahn ha retirado su amenaza de presentar un nuevo desafío al consejo de Illumina, evitando así a la empresa estadounidense de secuenciación genética su segundo concurso de apoderados en otros tantos años, según personas familiarizadas con el asunto.

Icahn, que instaló a uno de sus nominados en el consejo de Illumina el año pasado a través de un concurso de apoderados, había dicho en diciembre que quería destituir a más directores de Illumina, culpándoles de que la empresa perdiera tres cuartas partes de su valor de mercado debido a la mala gestión y a su agria adquisición por 7.100 millones de dólares del fabricante de análisis de sangre Grail.

Icahn vio poco valor en un nuevo concurso de apoderados después de que Illumina tomara medidas para cumplir las sentencias antimonopolio para desprenderse de Grail, añadieron las fuentes.

El multimillonario inversor de 88 años sigue adelante con una demanda que presentó contra los directivos de Illumina el año pasado, acusándoles de incumplir su deber fiduciario al completar la adquisición de Grail desafiando a los reguladores antimonopolio.

Las fuentes solicitaron el anonimato porque no se ha anunciado la decisión de Icahn de renunciar a un segundo concurso de apoderados. Icahn e Illumina declinaron hacer comentarios.

Icahn llevaba meses preparándose para un segundo concurso de apoderados contra Illumina, poniéndose en contacto con posibles directores del consejo y buscando el consejo de expertos sobre si los accionistas de Illumina le respaldarían, dijeron las fuentes.

Icahn consiguió el apoyo suficiente de los accionistas de Illumina para que uno de los tres candidatos que presentó fuera elegido como director del consejo el año pasado. El consejero delegado de Illumina, Francis deSouza, fue sustituido posteriormente por el ex ejecutivo de Agilent Technologies Jacob Thaysen y, en diciembre, la empresa anunció que tenía planes para desprenderse de Grail.

Illumina fundó Grail y la escindió en 2016. Grail consiguió financiación de inversores como Bill Gates y Jeff Bezos. Illumina se quedó con una participación del 12% y decidió en 2021 adquirir Grail para entrar en el mercado de la detección precoz del cáncer.

Los reguladores antimonopolio se opusieron al acuerdo por temor a que Illumina impidiera a los rivales de Grail acceder a su tecnología para desarrollar pruebas competidoras de detección precoz del cáncer basadas en la sangre.

Illumina siguió adelante con la adquisición a pesar de todo, sólo para ser abofeteada con una multa récord de 432 millones de euros (466 millones de dólares) por la Comisión Europea y ser condenada a vender Grail.

Illumina ha dicho que se deshará de Grail desinvirtiéndola o escindiéndola como una empresa separada que cotice en bolsa. El acuerdo ha supuesto un duro golpe para Illumina, cuyo negocio es por lo demás lucrativo gracias a sus omnipresentes máquinas de secuenciación de ADN.

Los gastos mayores de lo previsto de Grail y los retrasos en el avance de sus pruebas obligaron a Illumina a realizar amortizaciones que, según Icahn, han ascendido a un total de 4.700 millones de dólares.

La agencia de calificación crediticia Fitch cifró en diciembre las pérdidas operativas anuales de Grail en unos 600 millones de dólares. Éstas se deben a los gastos de Grail para avanzar en su cartera de productos y a su apuesta por conseguir que su prueba Galleri, que puede detectar más de 50 tipos de cáncer a través de muestras de sangre, sea autorizada por los reguladores sanitarios. (Reportaje de Svea Herbst-Bayliss y David Carnevali en Nueva York Edición de Marguerita Choy)