Rodrigo Ventosilla, estudiante peruano de posgrado en la Universidad de Harvard y activista por los derechos de los transexuales, murió en la isla turística de Bali de "insuficiencia corporal" días después de ser detenido por supuesta posesión de cannabis.

El Ministerio de Asuntos Exteriores de Perú emitió esta semana un comunicado en el que calificaba la supuesta posesión de drogas de Ventosilla como un delito grave en Indonesia y que la transfobia no había sido un factor en su detención, pero no reconocía que hubiera muerto posteriormente mientras estaba detenido.

"Rechazamos y condenamos la declaración de la cancillería", dijo la activista LGBT Luz Manríquez en una pequeña protesta en Lima.

Manríquez dijo que la declaración del gobierno fue parcial porque adoptó la posición de Indonesia y no exigió una investigación.

"Carece de empatía porque no reconoce que un peruano ha muerto en manos de la policía de otro país", añadió Manríquez.

Brenda Álvarez, abogada de la familia de Ventosilla, dijo a los periodistas el viernes que el Ministerio de Asuntos Exteriores había accedido a disculparse por la declaración e iniciar una investigación.

No fue posible contactar con el Ministerio de Asuntos Exteriores de Perú para que hiciera comentarios.

Álvarez añadió que no hay fecha para la llegada del cuerpo de Ventosilla a Lima.

La policía indonesia dijo a Reuters esta semana que el caso está cerrado y que no hubo violencia en la muerte de Ventosilla.

"Aunque esté detenido en otro país, es irreal y doloroso que (el gobierno peruano) pueda dejarlo así", dijo Arturo Dávila, miembro de Diversidades Trans Masculinas, una organización de derechos trans que Ventosilla fundó hace siete años en Perú.