Los tipos de interés europeos se sitúan en su nivel más alto desde la creación del euro en 1999. La Presidenta del BCE, Christine Lagarde, comenzó su presentación de la decisión a las 14.45 horas. Los observadores del mercado se debatían entre una pausa o una nueva subida de un cuarto de punto al término de la reunión del jueves, pero parece haber prevalecido la perspectiva de que la inflación se prolongue más allá del objetivo del 2% fijado por el BCE.
 
En sus últimas proyecciones económicas publicadas el jueves, el banco central elevó sus previsiones de inflación para 2023 y 2024. Este último aumento eleva a 450 puntos básicos la subida total de los tipos de interés de la zona euro desde hace más de un año, un endurecimiento sin precedentes en la historia de la moneda única y justificado por la lucha contra la escalada de los precios.

El BCE cree ahora que este ciclo de subidas de tipos está llegando a su fin

"Sobre la base de su evaluación actual, el Consejo de Gobierno considera que los tipos de interés oficiales del BCE han alcanzado niveles que, si se mantienen durante un período suficientemente prolongado, contribuirán en gran medida a que la inflación vuelva a situarse en el objetivo lo antes posible", afirma la institución en su comunicado.
 
"El temor a no tener la inflación totalmente bajo control y el riesgo de parar demasiado pronto debe haber sido más preocupante que el creciente riesgo de recesión en la eurozona, que llevó al Banco Central Europeo a subir los tipos de interés por décima vez consecutiva desde el pasado mes de julio", señala Carsten Brzeski, economista de ING. "Si se preguntan por qué el BCE no se mantiene al margen y espera hasta que se haya sentido todo el impacto de las subidas de tipos, la respuesta es muy clara: es una cuestión de credibilidad", añade Brzeski.

Revisión de las previsiones

El BCE también ha revisado a la baja sus previsiones de crecimiento para los próximos dos años, al tiempo que ha elevado algunas de sus previsiones de inflación. Las nuevas proyecciones del jueves muestran una ralentización de la inflación desde su tasa actual del 5,3% hasta el 3,5% el próximo año y el 2,1% en 2025. Las previsiones iniciales eran del 3% en 2024 y del 2,2% en 2025. A pesar de la serie de subidas de tipos más rápida en los 25 años de historia del BCE, el avance hacia el objetivo del 2% es lento. También se prevé que la inflación subyacente se mantenga por encima del objetivo, en el 2,9% en 2024 y el 2,2% en 2025.
 
Al mismo tiempo, las perspectivas de crecimiento han seguido deteriorándose, y el BCE prevé ahora una expansión de sólo el 0,7% en 2023, tras haber pronosticado un crecimiento del 0,9% hace tres meses. Para el próximo año, prevé que la economía crezca un 1%, sin grandes mejoras en el horizonte.

Vea la rueda de prensa de Christine Lagarde