Biden y el Comité Nacional Demócrata organizarán actos de recaudación de fondos en Nueva York y Filadelfia la próxima semana que coincidirán con las visitas presidenciales oficiales para promocionar los éxitos legislativos. Después, se espera que el ritmo y el volumen de las recaudaciones de fondos se aceleren en marzo, dijeron las tres fuentes.

"Nos han dicho que esperemos que la recaudación de fondos se acelere en los meses de marzo y abril", dijo un donante que ayudó a Biden a recaudar dinero en 2020 y se ha comprometido a hacer lo mismo esta vez.

Biden aún no ha dicho oficialmente que se presenta a la reelección, pero se espera que anuncie su candidatura en las semanas posteriores al discurso sobre el Estado de la Unión previsto para el 7 de febrero.

El arranque de la recaudación de fondos se centrará en los donantes de alto valor, ya que la campaña pretende reunir un cofre de guerra de una buena parte de mil millones de dólares, para lo que se espera que sea la campaña presidencial más cara de la historia.

La campaña de Biden en 2020 fue la primera presidencial de la historia en recaudar más de 1.000 millones de dólares, en su lucha contra el republicano Donald Trump.

El Comité Nacional Demócrata también necesitará recaudar dinero para ayudar a defender un duro mapa congresual en 2024 que incluye la defensa de escaños senatoriales en Ohio, Virginia Occidental, Arizona y Montana.

Grupos externos recaudaron otros 580 millones de dólares para Biden en 2020. Los ayudantes están divididos sobre si recurrir a un super-PAC esta vez para obtener ayuda externa y, en caso afirmativo, a cuál, dicen las fuentes a Reuters.

Biden tendrá que recurrir a los mismos donantes de Wall Street y de la industria tecnológica a los que su administración ha demonizado en ocasiones, y que a veces se han sentido ignorados y ninguneados para embajadas internacionales.

El próximo esfuerzo de recaudación de fondos representa una primera prueba de entusiasmo para un esfuerzo de reelección de Biden, y una primera prueba de resistencia para un presidente de 80 años que tendrá que equilibrar los rigores de la Casa Blanca con los de la campaña electoral.

En 2020, la pandemia de COVID obligó a Biden a mantenerse alejado de la campaña y a recaudar fondos a través de recaudaciones virtuales. Esta vez, Biden se verá obligado a realizar una campaña más tradicional que incluya una mezcla de deberes presidenciales oficiales, paradas de campaña y actos de recaudación de fondos.