"Estados Unidos y la UE están trabajando conjuntamente para lograr un suministro continuo, suficiente y oportuno de gas natural a la UE desde diversas fuentes en todo el mundo para evitar choques de suministro, incluidos los que podrían resultar de una nueva invasión rusa de Ucrania", dijeron en una declaración conjunta.

Rusia ha concentrado unos 100.000 soldados al alcance de la frontera de Ucrania, rodeándola por el norte, el este y el sur, lo que ha hecho saltar la alarma en Occidente de que Moscú se está preparando para un nuevo asalto militar tras su invasión de Crimea en 2014.

El gobierno ruso niega que planee una invasión y Moscú ha citado la respuesta occidental como prueba de que Rusia es el objetivo, no el instigador, de la agresión.

La Unión Europea depende de Rusia para alrededor de un tercio de sus suministros de gas. Cualquier interrupción del suministro de gas ruso a Europa agravaría una crisis energética ya existente causada por la escasez.

Estados Unidos ha mantenido conversaciones con los principales países productores de energía y con empresas de todo el mundo sobre un posible desvío de los suministros a Europa si Rusia invade Ucrania, según declararon altos cargos de la administración Biden a los periodistas a principios de esta semana.

Reuters informó previamente de que funcionarios del Departamento de Estado estaban discutiendo planes de contingencia con las compañías energéticas para asegurar un suministro estable a Europa si el conflicto entre Rusia y Ucrania interrumpía los suministros rusos.

El plan para garantizar un suministro adecuado a Europa se complica por el hecho de que los productores mundiales de GNL ya están produciendo todo lo que pueden.