Blinken se encuentra en la segunda escala de una gira por cuatro países africanos que le llevará a Cabo Verde, Costa de Marfil, Nigeria y Angola del 21 al 26 de enero.

El propósito del viaje es discutir las asociaciones entre Estados Unidos y África en materia de comercio, clima, infraestructuras, sanidad, seguridad y otras cuestiones. Sigue a una cumbre en Washington con líderes africanos en diciembre de 2022.

Los retos de seguridad en África Occidental, las consecuencias de un golpe de Estado en Níger el año pasado y la creciente influencia de Rusia en la región son algunos de los temas clave durante el viaje de Blinken.

Llegó a la capital financiera de Costa de Marfil, Abiyán, el lunes por la noche y se reunió con el presidente Alassane Ouattara el martes por la mañana, tras lo cual anunció la financiación adicional en una rueda de prensa conjunta.

Costa de Marfil es uno de los varios países costeros de África Occidental afectados en los últimos años por la insurgencia islamista que arraigó en Mali en 2012 y se extendió por toda la región del Sahel a pesar de los costosos esfuerzos militares respaldados internacionalmente para contenerla.

"Pasamos mucho tiempo discutiendo los retos mutuos en materia de seguridad", dijo Blinken. "Apreciamos el liderazgo de Costa de Marfil en la lucha contra el extremismo y la violencia".

La financiación complementará los 300 millones de dólares que Estados Unidos ya ha invertido en la costa occidental de África en los últimos dos años.

"Hemos multiplicado por 15 el entrenamiento militar y estamos invirtiendo en protección civil en Costa de Marfil", añadió Blinken.

Ouattara afirmó que la seguridad en la región sigue siendo un reto.

"Por eso agradecemos a EE.UU. su apoyo en materia de inteligencia y de lucha contra el terrorismo", declaró.

Estados Unidos sufrió un revés en su lucha contra los militantes en el Sahel cuando unos militares derrocaron al presidente de Níger, Mohamed Bazoum, un aliado clave, en julio del año pasado.

El golpe en Níger fue uno de una serie de tomas de poder o intentos de toma del poder por parte de militares que se produjeron en África Occidental y Central en los últimos tres años.

La inestabilidad ha suscitado preocupación, sobre todo porque las juntas han cortado lazos con aliados occidentales tradicionales como la Unión Europea y Francia, que retiró miles de tropas del Sahel el año pasado.

Blinken se reunió por la tarde con Akinwumi Adesina, presidente del Banco Africano de Desarrollo, en un instituto subregional de investigación sobre el arroz. Tiene previsto volar a Nigeria por la noche.