Los inversores extranjeros pivotaron hacia la venta neta de acciones asiáticas en enero, influidos por una reevaluación del enfriamiento de la economía estadounidense y la previsión de recortes de tipos más lentos y tardíos de lo esperado en 2024.

Este cambio en el comportamiento de los inversores se produce tras dos meses de importantes compras en noviembre y diciembre de 2023, con datos de las bolsas que muestran una venta neta combinada de 779 millones de dólares en India, Tailandia, Taiwán, Corea del Sur, Filipinas, Vietnam e Indonesia.

Yeap Jun Rong, estratega de mercado de IG, dijo que estas salidas eran más indicativas de un reposicionamiento estratégico o de una recogida de beneficios, que de un cambio fundamental en el entorno de riesgo más amplio.

El índice MSCI Asia-Pacífico cedió cerca de un 1,7% el mes pasado, tras haber repuntado un 13,4% combinado en los dos meses anteriores hasta diciembre.

La renta variable india se enfrentó a la mayor salida de capitales extranjeros entre sus homólogos regionales, de unos 3.100 millones de dólares netos el mes pasado, frente a los 7.940 millones de entradas netas de diciembre.

"En la India, creemos que las ventas de los inversores extranjeros se debieron en gran medida a una cierta recogida de beneficios en medio de la preocupación por las elevadas valoraciones absolutas y relativas y unos resultados más débiles de lo esperado de algunos valores de gran capitalización", declaró Chetan Seth, estratega de renta variable para Asia-Pacífico de Nomura.

Los inversores transfronterizos también retiraron unos 871 millones de dólares de la renta variable tailandesa, tras una compra neta marginal de 5 millones de dólares hace un mes.

Por el contrario, las acciones surcoreanas consiguieron capital extranjero por tercer mes consecutivo, por valor de unos 2.260 millones de dólares, mientras que las acciones indonesias y taiwanesas recibieron 535 y 267 millones de dólares respectivamente.

Algunos analistas se mantuvieron optimistas sobre las perspectivas de la región, citando factores como la recuperación del ciclo mundial del chip y el posible aterrizaje suave de la economía en Estados Unidos.

"Si el sentimiento hacia China se recupera finalmente, eso puede acabar levantando todos los barcos en Asia, ya que el sentimiento general hacia los mercados emergentes como clase de activos también debería recibir un impulso", afirmó Seth, de Nomura.