El comentario se hizo durante una Conferencia Italia-África en Roma a la que asistieron más de dos docenas de líderes africanos y funcionarios de la Unión Europea para discutir los lazos económicos y las formas de frenar la migración indocumentada a Europa.

"El último récord de muertes y desapariciones es un duro recordatorio de que un enfoque global que incluya vías seguras y regulares... es la única solución que beneficiará tanto a los migrantes como a los Estados", declaró Amy Pope, directora general de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).

El Proyecto Migrantes Desaparecidos de la OIM descubrió que 3.041 migrantes murieron o desaparecieron en el Mediterráneo el año pasado, lo que supone un aumento significativo respecto a los 2.411 de 2022.

A principios de este mes, unos 40 migrantes tunecinos desaparecieron tras zarpar en una embarcación hacia la costa italiana.

Túnez ha sustituido a Libia como principal punto de partida para las travesías por el Mediterráneo de personas que huyen de la pobreza y los conflictos.