Taiwán, reclamado por China, no mantiene lazos diplomáticos formales con ningún país europeo, salvo con el Vaticano. Pekín denuncia regularmente cualquier forma de contacto entre funcionarios taiwaneses y extranjeros, ya que lo considera un estímulo para el reconocimiento mundial del estatus separado de Taiwán respecto a China.

En el viaje de Wu a Europa, que el gobierno de Taiwán no ha confirmado oficialmente, se espera que comparezca con el presidente checo Petr Pavel en un acto de un grupo de reflexión en Praga, según informó Reuters el jueves.

Pekín considera que Taiwán forma parte de "una sola China" y exige que otros países reconozcan sus reivindicaciones de soberanía, que el gobierno de Taiwán, elegido democráticamente, rechaza.

En una rueda de prensa periódica en Pekín, el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino, Wang Wenbin, afirmó que Taiwán no tiene un ministro de Asuntos Exteriores, sino sólo un "jefe del departamento local de Asuntos Exteriores de la región".

El principio de "una sola China" es un requisito previo y la base política para que China desarrolle relaciones "amistosas" con todos los países del mundo, afirmó Wang.

"Instamos a la parte europea a comprender la esencia de la cuestión de Taiwán, a respetar los compromisos solemnes contraídos con China sobre el principio de "una sola China", a no apoyar a las fuerzas independentistas de Taiwán y a no realizar intercambios oficiales con Taiwán bajo ningún nombre", declaró.

"También queremos decir a las autoridades del Partido Democrático Progresista de Taiwán que cualquier acto separatista e intento de ganarse el respeto de los extranjeros está condenado al fracaso", añadió Wang, refiriéndose al partido gobernante de Taiwán.