El plan de líneas rojas se propuso por primera vez en 2011 con la esperanza de poner límites a los ecosistemas vulnerables y acabar con décadas de "desarrollo irracional" que habían invadido bosques y humedales.

Ahora, las líneas se han decidido por completo, con aproximadamente 3 millones de kilómetros cuadrados (1,16 millones de millas cuadradas) de tierra -alrededor del 30% del total de China-, así como 150.000 kilómetros cuadrados de zonas marinas, todo ello bajo vigilancia estatal, declaró Wang Zhibin, jefe de la oficina de protección de la naturaleza del Ministerio de Ecología y Medio Ambiente (MEE), en una sesión informativa en Pekín.

La red de vigilancia utiliza 30 satélites chinos y extranjeros que pueden detectar la invasión humana en el momento en que se produce, dijo Wang.

La cantidad de tierra protegida está en consonancia con un pacto mundial sobre biodiversidad acordado en Montreal a finales del año pasado para proteger el 30% del total de la tierra y el mar del mundo para 2030.

China ya ha eliminado centrales hidroeléctricas, casas, granjas y talleres de los bosques, humedales y riberas protegidos, pero los críticos afirman que la aplicación del plan de líneas rojas ha seguido siendo irregular.

Las recientes directrices políticas también han dicho que algunas actividades humanas -incluida la silvicultura comercial y la explotación de recursos minerales- seguirían estando permitidas dentro de las líneas rojas.

Wang declaró a los periodistas que los esfuerzos de protección de la biodiversidad seguían estando sometidos a "mucha presión", principalmente por las lagunas en la supervisión y la aplicación, pero también por la vulnerabilidad al cambio climático.

El MEE ha puesto en marcha una serie de proyectos piloto de supervisión provincial, pero siguen produciéndose infracciones, como la explotación ilegal de canteras, la extracción de arena y la tala de árboles, así como instalaciones de cría de ganado y aves de corral que invaden zonas protegidas, dijo.

"Es difícil trazar líneas rojas, y es aún más difícil cumplirlas estrictamente", afirmó.