El atentado tuvo lugar el sábado en el pueblo de Aorema, cerca de la ciudad de Ouahigouya, en la región Norte, no lejos de la frontera con Mali, una zona invadida por grupos islamistas vinculados a Al Qaeda y al Estado Islámico que llevan años perpetrando repetidos atentados.

No está claro qué grupo llevó a cabo el ataque. Se produce nueve días después de que unos hombres armados mataran a 44 personas en los pueblos de Kourakou y Tondobi, en el norte del país de África Occidental.

Seis soldados y 34 miembros de una fuerza de defensa voluntaria murieron en el ataque del sábado, según el comunicado. El gobierno ha animado a los civiles a unirse a las fuerzas de defensa locales para intentar frenar ocho años de violencia en los que han muerto miles de personas y millones se han visto obligadas a huir de sus hogares.

Los disturbios en Burkina Faso provocaron dos golpes de estado el año pasado por parte del ejército, que ha prometido retomar el control del país pero no ha conseguido detener los ataques.

Los disturbios en la región comenzaron en Mali en 2012, cuando los islamistas se apoderaron de un levantamiento separatista tuareg. Desde entonces, la violencia se ha extendido a los vecinos Burkina Faso y Níger y amenaza con desestabilizar países costeros más lejanos.