En su intervención al margen del Foro Económico Mundial de Davos, Gentiloni afirmó que el bloque podría evitar una recesión total este año y salir airoso con lo que denominó una "contracción limitada" de la economía en el primer trimestre.

"La palabra clave del momento es superficial", dijo Gentiloni a Reuters, utilizando esa palabra para caracterizar la profundidad de cualquier recesión a pocas semanas de que la Comisión publique sus nuevas previsiones económicas.

Aunque señaló "enormes riesgos" como la guerra de Ucrania para la suerte de Europa a corto plazo, dijo que la caída de los precios de la energía, el hecho de que la inflación pareciera haber tocado techo a finales del año pasado y unos mercados laborales relativamente boyantes daban motivos para la esperanza.

Gentiloni señaló que la región había evitado hasta ahora sus peores temores de hace un año, a saber, que los problemas energéticos provocaran apagones masivos para empresas y consumidores, quiebras empresariales y malestar social a gran escala.

"En general, esta perspectiva menos pesimista debería animarnos en el difícil camino que tenemos", dijo, refiriéndose a retos a corto plazo como salvaguardar el suministro energético del próximo invierno y, al mismo tiempo, hacer que la economía sea más resistente y ecológica a largo plazo.

Gentiloni reconoció las diferencias entre las capitales de la UE sobre cómo financiar un nuevo acuerdo ecológico presentado el martes por la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, pero instó a esos países a definir primero el objetivo y el alcance del esfuerzo.

"Deberíamos evitar empezar por el final de la discusión. Sabemos que la financiación común de la UE es siempre difícil de abordar", dijo, instando a las capitales a aceptar primero el principio de que debe tratarse de un esfuerzo conjunto de la UE y a elaborar cuáles deben ser los proyectos prioritarios.

Gentiloni señaló los semiconductores y ámbitos como el hidrógeno verde como posibles áreas prioritarias, citando la necesidad de proyectos conjuntos de la UE para alcanzar los niveles de escala necesarios para un bloque de 450 millones de ciudadanos.

En los últimos meses, Europa se ha vuelto más pragmática en sus relaciones con China, en medio de preocupaciones que van desde los derechos humanos hasta la interpretación que hace Pekín de las normas comerciales. Gentiloni dijo que eso estaba llevando a una nueva disposición a contemplar la cooperación industrial a nivel de la UE para hacer que el bloque dependa menos de otros.

"Hace cinco o diez años, la política industrial a nivel europeo era tabú", dijo. "El reto que China está dejando cada día más claro es que tenemos que ponernos al día en algunos sectores si queremos esta famosa autonomía estratégica en los próximos años".