El líder de la mayoría del Senado estadounidense, Chuck Schumer, afirmó el sábado que Washington no busca desvincularse de China, sino que desea un trato recíproco y justo para las empresas estadounidenses, al iniciar un viaje poco habitual a la segunda economía mundial.

Schumer, que hizo estas declaraciones en una reunión con Chen Jining, secretario del Partido Comunista de Shanghai, dijo que Estados Unidos no buscaba el conflicto y quería lograr la igualdad de condiciones, "ya que competimos económicamente".

Schumer encabeza una delegación bipartidista del Congreso a Asia, que incluye paradas en Corea del Sur y Japón. Su objetivo es promover los intereses económicos y de seguridad nacional de Estados Unidos y, en China, el grupo espera reunirse con el presidente chino Xi Jinping.

El viaje sigue a las visitas de una serie de funcionarios de alto nivel de la administración Biden, incluida la secretaria de Comercio, Gina Raimondo, en agosto.

Schumer dijo que "muchos de nuestros electores sienten que en algunos casos China no trata a las empresas estadounidenses con justicia", y subrayó la necesidad de "reciprocidad, permitiendo a las empresas estadounidenses competir tan libremente en China como las empresas chinas pueden competir aquí".

Tras aprobar el año pasado un amplio proyecto de ley para impulsar la competencia con China en semiconductores y otras tecnologías, Schumer y los líderes demócratas del comité dijeron en mayo que redactarían legislación para limitar el flujo de tecnología a China, disuadirla de iniciar un conflicto con Taiwán y endurecer las normas para impedir que el capital estadounidense vaya a empresas chinas.

El grupo de seis senadores, codirigido por el republicano Mike Crapo, se reunirá con dirigentes gubernamentales y empresariales de los tres países que visitan y de empresas estadounidenses que operan en la región.

Otros senadores que participan en el viaje son los republicanos Bill Cassidy y John Kennedy y los demócratas Maggie Hassan y Jon Ossoff. El grupo aterrizó en el aeropuerto Pudong de Shanghai a las 14.00 horas (06.00 GMT).

Chen, de Shanghai, dijo que los lazos entre los dos países eran la relación bilateral más importante del mundo y afirmó que era necesario cooperar.

El gobierno de Biden ha puesto frenos a las exportaciones de chips a China, diciendo que pretenden negarle el acceso a tecnología avanzada que podría favorecer avances militares o abusos de derechos. China contraatacó con acusaciones de coacción económica.

Raimondo dijo en agosto que las empresas estadounidenses se habían quejado ante ella de que China se había vuelto "ininvertible", señalando multas, redadas y otras acciones que hacían arriesgado hacer negocios allí. "Para las empresas estadounidenses, en muchos casos, la paciencia se está agotando y es hora de actuar", dijo. (Redacción de Antoni Slodkowski; Edición de Robert Birsel y Ros Russell)