El autobús viajaba desde la ciudad mercado de Fada N'Gourma, a unos 220 km de la capital, Uagadugú, hacia la ciudad fronteriza de Kantchari, cerca del vecino Níger.

Nadie ha reivindicado la autoría, pero el atentado se produjo en una zona en la que el gobierno lucha contra insurgentes vinculados a Al Qaeda en el norte de África y a combatientes del Estado Islámico.

Los insurgentes controlan franjas de territorio en Burkina Faso. Desde 2015 han llevado a cabo incursiones y bloqueos en varias ciudades del norte y el este del país, matando a más de 2.000 personas y desplazando a casi 2 millones.