Buenas noticias, nuestro querido Kiwi tuvo a bien tocar los niveles de resistencia mencionados la semana pasada frente al dólar (por debajo de 0,6317/38), el yen (85,95) y la libra esterlina (0,5024/40). Sólo contra el euro consiguió tocar los 0,5810 en lugar de los 0,5710. Aprovecho la ocasión para hacer un inciso y hablar de la noción de pluralidad. Típicamente, si sólo estuvieras operando el par NZD/EUR, podrías haberte dado la vuelta (pasar de bajista a alcista) debido a la ruptura de la resistencia. PERO, como el kiwi ha tocado resistencias equivalentes frente a otras divisas, la conclusión es que la resistencia dada frente al euro puede no haber sido la correcta. De ahí la importancia de observar cómo se comporta un mercado frente a otros antes de tomar una decisión de trading/inversión.

 
La semana pasada, todas las divisas europeas registraron un rendimiento inferior, encabezadas por el euro y la libra esterlina, a pesar de la subida de 25 puntos básicos del Banco de Inglaterra BoE. Las antiguas estrellas son temporalmente los ángeles caídos y si el movimiento parece general, la culpa es en parte del dólar, que también sube frente a la corona sueca (ha tocado el fondo de su rango en 10,16) y las divisas de materias primas (CAD, AUD y NZD).
 
El índice del dólar se mantiene por encima de su soporte en 100,80. Incluso está cerca de superar 102,23/40, lo que le permitiría recuperar cierta altura hacia 104,00 o incluso los máximos de marzo en 105,88. Será interesante seguir el comportamiento de los índices estadounidenses porque recordemos que la rentabilidad superior de la renta variable europea desde octubre de 2022 está vinculada principalmente a la depreciación del dólar. Si me siguen, una recuperación del dólar podría traducirse en un renovado apetito por las acciones estadounidenses. Permanezcan atentos.