El secretario de Defensa de Estados Unidos, Lloyd Austin, se mostró confiado al iniciar las conversaciones con sus aliados en una base aérea alemana el martes (26 de abril), prometiendo nuevos paquetes de armas cada vez más pesadas en la lucha contra Rusia.

Y desechando una amenaza de Moscú de que su apoyo a Kiev podría llevar a una guerra nuclear.

Los funcionarios estadounidenses han cambiado el énfasis esta semana y han pasado de hablar principalmente de ayudar a Ucrania a defenderse, a hablar más audazmente de una victoria ucraniana que debilitaría la capacidad de Rusia de amenazar a sus vecinos.

Los aliados de la OTAN han aprobado últimamente envíos de cientos de millones de dólares en armas que se abstuvieron de enviar en fases anteriores de la guerra, y quieren que sus aliados hagan lo mismo.

En un cambio notable, Alemania, donde el gobierno se había visto presionado tras rechazar las peticiones ucranianas de armas pesadas, anunció que ahora enviaría tanques ligeros "Gepard" con cañones antiaéreos.

Pero todo esto ha agravado a Moscú, que califica sus acciones en Ucrania de "operación militar especial" para desmilitarizar y desnazificar el país.

En una marcada escalada de la retórica rusa, el ministro ruso de Asuntos Exteriores, Sergei Lavrov, fue preguntado en la televisión estatal a última hora del lunes sobre la perspectiva de la Tercera Guerra Mundial.

"Realmente, los riesgos son considerables y no quisiera elevar esos riesgos artificialmente. A muchos les gustaría eso. El peligro es serio, real, y no debemos subestimarlo".

Sin embargo, Rusia, dijo Lavrov, está haciendo mucho para mantener el principio de esforzarse por evitar la guerra nuclear a toda costa.

Kiev y sus aliados han restado importancia a los comentarios.

Un ministro británico lo calificó de "bravuconada".

El portavoz del Pentágono, John Kirby, lo calificó de "retórica escaladora".

Mientras tanto, el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, visitó Moscú el martes en misión de paz.

Le dijo a Lavrov que estaba dispuesto a movilizar plenamente los recursos de la organización para salvar vidas y evacuar a la gente de la ciudad sitiada de Mariupol.

"Mi propuesta es que las Naciones Unidas, el Comité Internacional de la Cruz Roja y las fuerzas de Ucrania y de la Federación Rusa trabajen de forma coordinada para permitir la evacuación segura de los civiles que quieran salir tanto del interior de la planta de Azovstal como de la ciudad en la dirección que elijan y para entregar la ayuda humanitaria necesaria".

Lavrov dijo que Rusia estaba comprometida con una solución diplomática, pero desestimó la propuesta de Kiev de celebrar conversaciones de paz en la ciudad y dijo que era demasiado pronto para hablar de quién mediaría en cualquier negociación.