Por Jack Queen y Jody Godoy

NUEVA YORK, 25 abr (Reuters) -El exeditor de National Enquirer David Pecker declaró el jueves en el juicio penal de Donald Trump que discutió con él y su exabogado antes de las elecciones de 2016 sobre quién debía comprar el silencio de las mujeres que dijeron haber tenido encuentros sexuales con él.

El segundo día de testimonio de Pecker aportó más pruebas de que trabajó como "ojos y oídos" de Trump para suprimir historias que podrían haber perjudicado la candidatura presidencial del empresario convertido en político en un momento en que se enfrentaba a múltiples acusaciones de mala conducta sexual.

Los fiscales de Nueva York han acusado al expresidente de falsificar registros empresariales para encubrir esa actividad, que según ellos corrompió las elecciones. Trump se ha declarado inocente. Pecker no se enfrenta a cargos.

Pecker, de 72 años, testificó que American Media, propietaria del National Enquirer, pagó para comprar las historias de la exmodelo de Playboy Karen McDougal, que dijo haber tenido una aventura con el magnate en 2006 y 2007, y de un exportero de la Torre Trump que dijo que Trump fue padre de un hijo ilegítimo, lo que resultó no ser cierto.

El tabloide no publicó ninguna de las dos historias, pero se aseguró de que sus rivales tampoco las publicaran, una práctica conocida como "atrapar y matar".

Pecker reveló que alertó al abogado de Trump, Michael Cohen, cuando se enteró de que la estrella porno Stormy Daniels estaba buscando vender su historia de un encuentro sexual con Trump en 2006 por 120.000 dólares en las semanas previas a las elecciones.

Agregó que no estaba interesado en pagar a Daniels en ese momento porque ya había pagado por las otras historias. "Pensé que debería salir del mercado, y si alguien iba a comprarla, Michael Cohen y Donald Trump deberían comprarla", explicó.

También detalló que Cohen lo presionó para que comprara la historia de Daniels, pero Pecker testificó que no quería involucrarse con una estrella porno.

Cohen ha dicho que finalmente pagó a Daniels 130.000 dólares para que guardara silencio y que Trump le reembolsó 420.000 dólares después de las elecciones. El exmandatario se enfrenta a 34 cargos por falsificación de registros comerciales por etiquetar sus pagos a su exabogado como honorarios legales.

Antes de eso -testificó Pecker- American Media compró la historia de McDougal y firmó un acuerdo para utilizar una empresa fantasma para venderla en secreto a Trump. Canceló el acuerdo después de hablar con un abogado de la compañía, añadió.

"Michael Cohen me dijo: 'El jefe se va a enfadar mucho contigo' Y yo le dije: 'Lo siento, no voy a seguir adelante, el acuerdo se cancela'", señaló. "Estaba muy enfadado, muy molesto, gritándome, básicamente", dijo sobre Cohen.

Según Pecker, Trump se enfadó cuando él permitió a McDougal hablar con los medios de comunicación después de que el Wall Street Journal revelara el acuerdo de dinero por silencio. "Estaba muy molesto. No podía entender por qué lo hice", declaró.

Se espera que McDougal testifique más adelante en el juicio. Trump ha negado haber mantenido relaciones sexuales con Daniels, cuyo verdadero nombre es Stephanie Clifford, y McDougal.

Los pagos de dinero por silencio en sí mismos no son ilegales, y los abogados de Trump han argumentado que el pago a Daniels era personal y no estaba relacionado con su campaña.

Los fiscales dicen que la transacción fue un gasto de campaña que debería haber sido revelado y que el acuerdo de Trump con el National Enquirer engañó a los votantes al suprimir las historias de supuestas relaciones extramatrimoniales en un momento en que se enfrentaba a acusaciones de mala conducta sexual.

FRAUDE ELECTORAL

Pecker testificó que no notificó a los funcionarios electorales federales el pago a McDougal, a pesar de que sabía que los gastos de campaña realizados en coordinación con candidatos deben ser reportados.

El editor del tabloide, Dylan Howard, también parecía ser consciente del conflicto. "Al menos, si gana, seré indultado por fraude electoral", dijo en un mensaje de texto que los fiscales han pedido mostrar a los miembros del jurado.

American Media admitió violaciones de financiación de campaña en 2018 en un acuerdo con el Departamento de Justicia que evitó el procesamiento y les obligó a cooperar con la investigación.

El juicio es el primero de un expresidente y conlleva riesgos políticos para Trump mientras se prepara para la revancha electoral de noviembre con el gobernante demócrata Joe Biden y se defiende de otras tres acusaciones penales, de las que también se ha declarado inocente.

Mientras Trump presenciaba la declaración de Pecker en Nueva York, el Tribunal Supremo escuchaba los argumentos dados por el exgobernante de que es inmune a ser procesado por acciones tomadas como presidente. El juez Juan Merchán denegó su petición de asistir a los argumentos del Supremo.

Merchan ha impuesto a Trump una orden de mordaza limitada que le prohíbe atacar públicamente a testigos, jurados y otras personas cercanas al caso, incluido el personal del tribunal y sus familias. Aún no se ha pronunciado sobre una petición de los fiscales para castigar a Trump por violar esa orden.

El candidato republicano ha dicho que la orden de silencio viola su derecho a la libertad de expresión y afirma que está siendo tratado injustamente por Merchan.

(Reporte adicional de Susan Heavey en Washington; escrito por Andy Sullivan; editado en español por Carlos Serrano y Raúl Cortés Fernández)