La inflación alcanzó un récord del 5% los meses pasados, más del doble del objetivo del 2% fijado por el BCE, pero el banco no ha endurecido su política hasta ahora, argumentando que el crecimiento de los precios remitirá por sí solo, ya que los factores puntuales transitorios son las principales razones de la elevada inflación.

"La transición ecológica plantea riesgos al alza para la inflación a medio plazo", afirmó Schnabel en un discurso. "El aumento de los precios de la energía puede obligar a abandonar una política de 'mirar a través'".

Schnabel dijo que había dos escenarios en los que el BCE tendría que cambiar de política.

El primero es si los elevados precios de la energía se trasladan a otros sectores de la economía y alteran el comportamiento de fijación de precios.

"Hasta ahora, sin embargo, no hay señales de efectos secundarios más amplios", argumentó Schnabel. "El crecimiento salarial y las demandas de los sindicatos siguen siendo comparativamente moderados".

El segundo escenario sería si la trayectoria de los precios de la energía, muy afectados por los impuestos sobre el carbono y la transición ecológica, amenazara con impulsar la inflación general por encima del objetivo.

Los desequilibrios de la oferta y la demanda pueden seguir prolongándose en medio de la transición y es probable que los precios del carbono sigan subiendo, lo que significa que la contribución de los precios de la energía y la electricidad a la inflación de los precios al consumo podría situarse por encima de su norma histórica a medio plazo, añadió Schnabel.

Schnabel añadió que es poco probable que un impuesto sobre el carbono sea negativo para el crecimiento económico y los estudios sugieren que incluso podría tener un modesto impacto positivo.