El miércoles, el Banco de Canadá mantuvo su tipo de interés oficial en el 5%, señalando que la economía había entrado en un periodo de crecimiento más débil, pero dijo que podría volver a subirlo si persisten las presiones sobre los precios.
La inflación se ha mantenido por encima del objetivo del 2% fijado por el banco durante 27 meses.
En un discurso ante la cámara de comercio de Calgary (Alberta), Macklem dijo que una posible razón de que la inflación se mantuviera por encima del objetivo era que los tipos tardaran más en hacer efecto, pero la otra posibilidad "es que la política monetaria aún no sea lo suficientemente restrictiva como para restablecer la estabilidad de precios".
Y añadió: "Y desgraciadamente, cuanto más esperemos, más difícil será reducir la inflación".
El banco central subió los tipos en un cuarto de punto tanto en junio como en julio en un intento de domar una inflación obstinadamente alta. Sin embargo, Macklem afirmó que ahora "hay poco impulso a la baja de la inflación subyacente".
El producto interior bruto de Canadá se contrajo inesperadamente un 0,2% anualizado en el segundo trimestre, una señal de que la economía podría haber entrado ya en recesión a medida que se hunden los tipos más altos. Pero la inflación se aceleró en julio hasta el 3,3% y las medidas subyacentes se mantuvieron en torno al 3,5%.
"No queremos subir nuestro tipo de interés oficial más de lo necesario", dijo Macklem, añadiendo que una inflación persistentemente alta sería peor para los canadienses que unos costes de endeudamiento elevados. "Tenemos que mantener el rumbo".
El tono del discurso chocó con el mensaje procedente de los políticos canadienses en los últimos días. Antes de la decisión sobre los tipos del miércoles, tres primeros ministros provinciales escribieron a Macklem instándole a mantener los tipos.
Tras el anuncio del miércoles, la ministra federal de Finanzas, Chrystia Freeland, hizo un raro comentario público sobre la política monetaria, calificándola de "alivio bienvenido para los canadienses".
Aunque Macklem señaló que la economía se había ralentizado desde su recalentamiento en la primera mitad de 2022, y que un crecimiento más lento ayudaba a aliviar las presiones sobre los precios, subrayó la importancia de bajar la inflación hasta el objetivo del 2%.
"De cara al futuro, buscaremos más pruebas de que las presiones sobre los precios se están relajando", dijo Macklem.
Los mercados monetarios ven un 14% de posibilidades de una subida de tipos cuando el banco se reúna de nuevo a finales de octubre.
La mayoría de los economistas encuestados por Reuters a finales del mes pasado -24 de 34- esperan que el banco central mantenga su tipo de interés oficial en el nivel actual o más alto hasta al menos finales de marzo de 2024.
(Reportaje de Steve Scherer, edición de David Ljunggren)
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