El país sudamericano está luchando contra una inflación galopante que va a terminar el año en torno al 95,5%, uno de los niveles más altos del mundo. La escalada de los precios perjudica gravemente el crecimiento y golpea los salarios y el poder adquisitivo de la población.

En una entrevista reciente, el ministro de Economía, Sergio Massa, afirmó que la inflación mensual no superaría el 5% en diciembre y señaló que el objetivo era que se situara en torno al 3% en abril.

Sin embargo, las estimaciones de 19 analistas locales y extranjeros mostraban una subida ligeramente superior del índice de precios al consumo para el último mes de 2022, con proyecciones que oscilaban entre el 4,9% y el 6,3%.

El organismo oficial de estadística de Argentina publicará los datos de la inflación de diciembre el jueves por la tarde.

Los precios de las frutas y verduras mostraron una tendencia al alza durante el mes, mientras que la subida de los precios de la carne se ralentizó, según Lucio Garay Méndez, economista de la consultora EcoGo.

Los economistas prevén que la inflación mensual se mantenga en torno al 5% para comienzos de 2023, impulsada por la desaceleración económica y los acuerdos de precios máximos de los productos al por menor.

"Pero los riesgos siguen siendo elevados, y la escasez de dólares (estadounidenses) puede traducirse en una mayor escalada de los dólares del (mercado) paralelo, lo que llevaría a una mayor inflación", dijo Isaías Marini, economista de la consultora Econviews.