También ha introducido algunos controles de capital, ya que Occidente pretende restringir su capacidad de desplegar 640.000 millones de dólares de reservas de divisas y oro, y ha excluido a los principales bancos rusos de la red financiera SWIFT, lo que dificulta a los prestamistas y a las empresas realizar y recibir pagos. Estas medidas han hecho que el rublo caiga a mínimos históricos.

"La realidad económica ha cambiado considerablemente", dijo a los periodistas el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov. "Son sanciones fuertes, son problemáticas, pero Rusia tiene el potencial de compensar el daño".

"Rusia lleva mucho tiempo haciendo planes para posibles sanciones, incluidas las más severas. Hay planes de respuesta, se desarrollaron y se están aplicando a medida que aparecen los problemas".

Peskov dijo que las sanciones introducidas contra el propio presidente Vladimir Putin eran inútiles.

"(Putin) es bastante indiferente. Las sanciones contienen afirmaciones absurdas sobre algunos activos", dijo Peskov. "El presidente no tiene más activos que los que ha declarado".

Occidente pretende castigar a Rusia por su invasión de Ucrania. Rusia la califica de "operación militar especial" destinada a proteger a los civiles.

Putin trabajará hoy en temas económicos, dijo Peskov, y se reunirá con funcionarios como la gobernadora del Banco Central, Elvira Nabiullina, el ministro de Finanzas, Anton Siluanov, y German Gref, director general del prestamista dominante Sberbank.

Preguntado por el manejo de la crisis por parte del banco central, Peskov dijo: "No hemos tenido ninguna razón para dudar de la eficacia y la fiabilidad de nuestro banco central. No hay ninguna razón para dudar de él ahora".