Un comunicado indica que el Papa se reunirá con representantes de las comunidades inuit, métis y de las Primeras Naciones los días 28 y 31 de marzo, antes de celebrar una audiencia para todos los grupos, así como con los obispos canadienses, el 1 de abril.

Las escuelas, cuyo objetivo declarado era asimilar a los niños indígenas, funcionaron entre 1831 y 1996 y fueron dirigidas por varias confesiones cristianas en nombre del gobierno. La Iglesia católica dirigía la mayoría de ellas.

A finales de este año se espera que el Papa visite Canadá, donde los indígenas han pedido que se disculpe personalmente por el papel de la Iglesia en las escuelas. El primer ministro canadiense, Justin Trudeau, también dijo que la Iglesia católica debe asumir su responsabilidad.

El recurrente escándalo estalló de nuevo el año pasado, cuando se descubrieron cientos de cadáveres en las antiguas escuelas, lo que dio lugar a nuevas demandas de responsabilidad.

El pasado mes de junio, el Papa Francisco dijo que le dolía el descubrimiento de los restos de más de 200 niños en una antigua escuela católica para estudiantes indígenas, pero se quedó corto en cuanto a la disculpa directa que algunos canadienses habían exigido.

El sistema de escuelas residenciales separó por la fuerza a unos 150.000 niños de sus hogares. Muchos fueron sometidos a abusos, violaciones y desnutrición en lo que la Comisión de la Verdad y la Reconciliación calificó en 2015 de "genocidio cultural".