27 ago (Reuters) - Mientras los mercados financieros esperan que la Reserva Federal empiece a cambiar su política monetaria acomodaticia, las recientes medidas adoptadas por otros bancos centrales indican que los días estímulos ligados a la pandemia ya están contados, incluso cuando la crisis de COVID-19 sigue impidiendo la recuperación económica en todo el mundo.

El banco central de Corea del Sur subió el jueves sus tipos de interés de referencia en un cuarto de punto porcentual para contrarrestar los crecientes riesgos para la estabilidad financiera que plantea el aumento de la deuda de los hogares, convirtiéndose en la primera autoridad monetaria importante de Asia que lo hace desde que el coronavirus asoló la economía mundial hace 18 meses.

Sin embargo, incluso antes de la subida de tipos en Corea del Sur, los bancos centrales de América Latina y de Europa oriental y central habían empezado a subir los tipos de interés este año para frenar la inflación que se está acumulando debido a las fluctuaciones monetarias, a los cuellos de botella en la cadena de suministro mundial y a la escasez de mano de obra regional.

Los bancos centrales de las economías más grandes también están entrando en acción. El Banco de Canadá ya ha recortado sus compras de bonos y podría proceder a elevar los costes de endeudamiento en 2022, y se espera que el Banco de la Reserva de Nueva Zelanda (RBNZ) suba los tipos a finales de este año, a pesar de que la semana pasada se resistió a una esperada subida ante un confinamiento repentino por COVID-19.

Por su parte, la Reserva Federal se prepara para reducir sus compras mensuales de activos por valor de 120.000 millones de dólares, y se espera que lo anuncie antes de finales de 2021, posiblemente el mes que viene. Sin embargo, es probable que falte un año o más para que se produzca una subida real de los tipos de interés en Estados Unidos.

El presidente de la Fed, Jerome Powell, hablará más tarde el viernes sobre las perspectivas económicas en la conferencia anual de Jackson Hole celebrada por el banco central estadounidense, que se lleva a cabo de forma telemática por segundo año consecutivo. Sus comentarios pueden condicionar las expectativas sobre el momento en el que la Reserva Federal tomará cartas en el asunto, pero no es probable que ofrezca ninguna señal concreta. 

(Reporte de Balazs Korayi y Frank Siebelt en Frankfurt, Jason Hovet en Praga, Krisztina Than en Budapest, Leika Kihara en Tokio, Praveen Menon en Wellington y Cynthia Kim y Joori Roh en Seúl Escrito por Dan Burns Editado por Paul Simao; traducción de Flora Gómez en la redacción de Gdansk)