La Autoridad de Competencia y Mercados, el organismo británico encargado de velar por la competencia, decidirá ahora si el recurso tiene fundamento para seguir adelante, el último acontecimiento en una amarga y larga disputa entre el aeropuerto y sus mayores aerolíneas, British Airways, propiedad de IAG, y Virgin Atlantic.

La Autoridad de Aviación Civil (CAA) comunicó a Heathrow en marzo que las tasas tendrían que bajar en los próximos dos años, lo que se consideró una victoria para las aerolíneas que llevan tiempo diciendo que las tasas en el centro de operaciones son demasiado elevadas.

Pero Heathrow ha argumentado que necesita tasas más altas para ofrecer un buen servicio, pagar los beneficios a sus accionistas y financiar las inversiones.

"Creemos que la CAA se ha centrado una vez más en rebajar las tasas a las aerolíneas, lo que no repercutirá en los pasajeros, y está socavando la inversión necesaria para ofrecer el servicio aeroportuario y la capacidad de recuperación que desean los consumidores", declaró Heathrow en un comunicado.

También se espera que las aerolíneas recurran la decisión de la CAA, ya que afirman que, incluso con el recorte de tasas propuesto, Heathrow cobra demasiado y sigue siendo uno de los aeropuertos más caros del mundo.

Heathrow es propiedad del grupo español Ferrovial, Qatar Investment Authority y otros inversores financieros.